viernes, 26 de septiembre de 2008

Reconocer dos Olores en Campos Agrestes

> Dilecciones 26/29



Toda hierba aromática es particularmente perfumada y sabrosa en estado fresco. Es en él, en el estado más fresco, que nuestro amor debe engullirse. Nuestro amor es hierba fresca, aunque a los ojos de la gente, carezca de aroma y belleza. Un tormento es el designio para echar vapor al suelo y sacudir de entre la tierra vasta nuestro sueño. Pertenencia y conversión sin más remedio.

Como el agua, tomada en arrebato por el dios pagano de los truenos, salió de entre los musgos, cierta noche, una doncella con su cara llena de postales y lunares y duraznos y botellas de vidrio azul, pidiéndome esencias, vinagres, especias. Platiqué con ella, me hice luz, se hizo mujer y otra vez, cada quién en su estrella. Dos caminos paralelos, una sola querella.

Lo que pasa, en realidad, es que me había faltado cocinar con ella (¡malditas malas rimas que no dejan huella!). Un día se me quedaron quietos los habitantes del mar: los caracoles, centollas, pulpos, la langosta, el calamar. Quisimos hacerla de gourmandise y no nos faltó el talento ni nos sobró el regaliz.

Llegó buscando romero; gentil caballero de la nariz más austera. “Te lo cambio por laurel” / Debe de ser romero / Por qué "debe de ser"; nada debe de ser / Debe de ser romero y debes de tener romero guardado y fresco en un rinconcito lejano / No tengo romero pero hay heno griego / ¿Todavía conservas los granos de anís? / Todavía los tengo, mi querida adormilera / ¿Y tomillo salsero, casmary, ají? / El ají es el peor veneno; a mí me gusta el coriandro, por hierba buena, por ser de potrero / Sasafrás y mostaza… eso iría muy bien con el arens / Una tarde te preparé un frappé con esencia de almendra y nuez / Que si lo recuerdo; me intoxiqué / No te intoxicaste por la esencia, fue más bien por el jerez / ¿Has probado el mango en polvo con galanga y aguamiel? / No sé qué es la galanga, mujer / Es como el jengibre, sólo que blanca y sin piel / Te recuerdo, mi bien, que en herbolaria, soy el juez / Sin conocer la galanga, ése es un duro traspié / Tal vez sí, pero imagina: pimienta dulce, curry y sechuán antojando un postre parecido al mazapán / Mejor me tomo un ajenjo con esencia de limón que seguir escuchando a tipejos hablar sin darme una solución / No me llames más tipejo, corazón / Si no tienes romero, no me dejas otra opción / ¿Y si le ponemos enebro? / Romero / ¿Eneldo? / ¡Romero! / Ya sé: estragón, zumaque, alhova, macis / No me convences del todo: romero, ¡romero, mi amor!, debes tener siempre un poquito de romero / Pero no me avisaste que llegabas hoy / Es que soy parecida a las alcaparras / Y cómo son las alcaparras / Crecen de la nada, mudan de la tierra, se van / Dónde escuchaste ese invento / En “Botánica Ilustrada” de don Guillermo Meraz / Podemos intentar los camarones con mahaleb y tamarindo; dicen que incentivan las pasiones / ¡Y a nosotros nos hace falta tanto andar del tango al tingo! / Querrás decir, al revés / Sí, pero así no rimo / ¡Qué doblez! / Diría mi abuelo: ¡mira qué tino!



Campo de llamas azules: Vasil Iliev Vasilev

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3 comentario(s):

Carmen dijo...

Yo, yo he probado el galangal, seco y astringente, ahhh y el poder del polvo de mango en unas albondiguitas de carne con una salsa de yogurth y comino, no en balde se aventuraban a una ruta más corta para llegar a la tierra de las especias. Esa descripción me confunde, ¿es tuya? parece un diálogo en mi despensa con todos esos ingredientes. Y el romero, unas costillas de puerco es su mejor compañia.

Te dejé un meme en mi blog. Ahi tu decides si te embarazas.

Juan Carlos Medrano dijo...

Claro, por supuesto que es mía.
Si no qué chiste.

Me da gusto que te identifiques tanto con las especias... yo soy fan de muchas (al menos de éstas que son las que conozco / y eso que no metía mi top trs: canela, cardamomo y clavo / ¡bárbaro! ¿vi'te?

Güeno...
ya m'voy.
Buen día.
Sí me embarazo, sí.
Nomás deja que acabe esta serie y le de la bienvenida a octubre.

Abrazo astringente.
Salud.

Carmen dijo...

¿Y has tenído en tus manos el cardamomo negro? ¿El cebolloso sabor del ajwan? ¡qué sabores, qué esencia!
Pues muchas felicidades, me encantó