> A la memoria de papá.
Instrucción: Déle play a la siguiente canción y luego lea mientras escucha. Entónese:
Ya no te da el sol en la cara:
ya no ilumina tu boca…
ni tus manos, ni tus pómulos, ni tus venas.
Ya te quedas quieta.
Cierto frío te anda absorbiendo la nuca y los recuerdos.
El aire que respiras y el tiempo en el que juegas
te sacuden, enteras, tus vivencias.
Entonces te arropas con tus brazos: te mimas,
te entretienes, me miras.
Sonríes con cierta nostalgia de bosque.
(Alejado, me hago el desentendido).
Así te ves mejor, con toda la montaña enfrente:
muriéndose y postergando, de este modo, tu silueta.
¿Quién me creo para tratar de volar contigo
a donde sea que quieras huir?
Toda tu esencia es eso: don de fluir.
Don de engendrar lo bello,
de apaciguar al viento y bendecirle al horizonte
lo azul de su presencia.
No me ofrezcas la mano,
sólo el momento:
Ése en el que estás tan sola y tan conmigo.
Ése en el que sólo cabe el café y tu entendimiento.
Vuela mejor, vete de aquí
que todo se pudre.
Zarpa sin maletas ni prejuicios.
Quédate en mi mente,
sal de mis horas y mis días y mi gente.
Vuela mejor, ahora y para siempre:
con tus plantas, tus silencios, tus maneras.
Márchate a poblar de genios la floresta.
Trata al arbusto y a la flor como compinches.
Trátalos bien y asómbrate del zorro,
de la ardilla, del conejo, la madera,
los silencios, las estrellas.
Tómale su tiempo al monte,
aprende su lenguaje y bebe del rocío.
Y duerme bajo abrigo de perales,
entre el fuego de secos manantiales.
Allí renuncia a tu pasado…
dale porvenir a tu presente.
Que emanen de tu vientre las raíces,
que de tu cuerpo salgan la tierra,
la abeja, el polen y la miel.
Vas a descubrir que tus ojos miran
y no sólo ven.
Te irás sintiendo delgada y acuosa:
fantasma lozano de bucólica tonada,
carne de musgo y grillos,
colina barrida, tronco desperdigado.
Te enterarás del olor a albahaca,
del croar otoñal en ciénaga y pastizal,
del chirriar sereno que provocan
todos mis búhos sobre tus ramas.
Por fin el día que te conviertas en follaje
llama a todos tus vecinos,
a todas tus virtudes, a todos tus señuelos.
Llámanos con la voz de los vientos alisios
y deja que en tu tálamo verde,
fresco lirio, mata gruesa,
nos demos un descanso y una tregua.
Luego vete.
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Instrucción: Ahora, si así gusta, déle play a la siguiente maravilla, vuelva a la fotografia, métase en ella, vuele conmigo.
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lunes, 23 de junio de 2008
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5 comentario(s):
Cuántas ganas de abandonarse... cuántas ganas de perderse... cuántas ganas de no estar aquí para estar allá... cuántas ganas...
Brindemos pues por los que han logrado desaparecer para, algún día, volver a encontrarnos.
Salud
¡Salud amigo!, salud por Londres and the fog / por Abbey Road / por desaparecer (no lo sabía) / por re-encontrarte / y por todas las inglesas.
Salud.
Salud.
Dios le guarde caballero.
Ah, pu's... muchas gracias.
Ya puse el botón.
Y, de verdad, gracias a ustedes por difundir estos textos en otras esferas.
¡Órale! Blogueratura... habrá que informarse ¿no?
a la salud de don pepe. y mira que hay motivos pa evocarlo con la memoria, con el corazón, con la música y con las letras...
y si tambien volamos contigo, brother.
arturo Blanco
...
Eres la hostia amigo-hermano.
Qué bueno que el pepe también tiene un lugarcdito en tu corazón. Gracias por volar conmigo y ecirme esto.
Abrazos.
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