jueves, 25 de septiembre de 2008

Negociar Sordamente con los Mudos

> Dilecciones 25/29



A las 4:14 p.m. del 7 de abril de un año par, brillaron sus ojos más que nunca y me dijo que sí. Que al final, siempre sí. Que sí; que quiere quedarse conmigo, iluminar el camino bostezando juntos, quedarse conmigo, saborear los instantes más fieros y más tiernos. Me dijo que sí y mis alas esa vez (acostumbradas al alto vuelo) volaron bajito. Me dijo que sí; que siempre sí: que “soy la mujer de tu vida”, que “conmigo ya ni modo”, que “dame un beso, no te infartes, los dos lo estábamos deseando”. Me dijo que sí y sepultó las intrigas de los meses secos, me dijo que sí ante el azul de los mares vírgenes con el sol en picada como testigo. “Sí, mi amor, todo el tiempo y lo que venga”.

Sí quiero saludarte cada mañana y discutir por las tardes sobre intereses bancarios / ¿Intereses? / Por decir cualquier cosa / ¿Pero tú sabes en qué te estás metiendo? / La verdad que no / Son ilusorios los parasiempres / Quién dice / Los libros, los amantes, la lluvia, el valium / No creo en eso / Tienes que empezar a hacerte a la idea de que las palabras no son oro ni jugo si no se vuelven pragmáticas / ¡Viva la praxis, entonces! / ¿Y tú harás mis noches más suaves? / Las haré más intensas / ¿Habrá mucho sexo? / Cantidades enormes / Porque estoy leyendo un libro que dice… / ¡No le hagas caso a los libros!, cuáles libros; dime Juan Carlos, cuáles libros ponderan lo imponderable / Pero yo preciso hablar de ello / Habrá tiempo, a montones, para que tú y yo salgamos a la calle a prender farolas / No quiero salir si está lloviendo; me enfermo muy seguido, tengo problemas con las vías respiratorias, creo, desde hace algunos años. Bueno, es que en realidad todo empezó cuando era un niño y me dij… / Pues te acostumbras a impermeables / Pero, quiero decir, la lluvia no es el problema, es todo el frío / Yo te abrazo, te acompaño, te llevaré de la mano, ten confianza; en qué habíamos quedado / Lo sé, corazón, sé lo que opinas del frío / A mí no se me dan los fríos, irradio calor ¿no te das cuenta? / Irradias lumbre, mujer / Pero te gusta / Me fascina / ¿Y los pretextos? / Cuáles pretextos / Los que tienes siempre / Ya no los cargo desde que puedo andar cerquita tuyo / Habrá que hablar de independencia / ¿Y si se sueltan mis amarras? / Soy jinete experta y te traeré de vuelta / ¡Qué ambición la tuya! / ¡Aquí no se negocia nada! / Pero tú eras… / Pero yo era, tú lo has dicho; era. Y ahora soy / … / Soy contigo hoy / Me halagas, linda / No pienso estártelo repitiendo siempre / ¿Crees que es momento de unir fuerzas? / Seremos imbatibles / ¿Guerreros en tiempos feroces? / Imbatibles / ¿Boleros cubanos de amor desmedido? / ¡Imbatibles!, seremos orgullo de los mirones / ¿Luz de candelabro? / ¡Luz de neón, amor mío! / ¿Rojo como en los Barrios Chinos? / Azul como los Lofts a los que muchas veces fuimos / Me gustan tus detalles / Tratándose de ti, sólo así me redimo / … / … / ¿Eres la mujer de mi vida? / Sí, soy ésa; soy la mujer de tu vida y tú, pequeñín, eres mi hombre, lo que quiero, con o sin veneno / ¿De verdad? / Conmigo ya ni modo / Cómo ni modo / Ni modo, ni hablar, ya me encontraste, estoy de tu lado, pásate al mío / ¡Llevo un año en tu lado! / Dame un beso, no te infartes, estaba bromeando, los dos lo deseamos / Pero a mí me gustaría pensar que la… / Sí, mi amor, todo el tiempo y lo que venga.

Todo el tiempo y lo que venga.
Toda la vida.
Todas las fronteras.
Cada recodo del sueño.
Cada cuento.
¡Me dijo que sí!; lo demás es accesorio.



Neon lights: John Green

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