sábado, 6 de septiembre de 2008

Atacar a las Sospechas

> Dilecciones 6/29



Dos veces me ha dicho “lo siento”. Lo siento, perdón, tres veces. Y en las tres, dichas con verdad en cada tono, ha dejado al descubierto su corazón de frágil dulcinea y todo el ámbar de su etérea figura. ¿Qué esconden sus disculpas? Mucha bravura; fragmentos vulnerables de abnegación, de ver por el de enfrente, de mirarse en un espejo y no querer huir hasta que se refleje otro cuerpo. Dicho así, y visitado con calma, es pura valentía.

Incluso antes de ofrecer una explicación le queda cierto destello luminoso que le dura muchos días. Es una mujer activa, que propone, que investiga, que elimina lo ilusorio, que anda bien con la vida por estar bien conmigo. ¡Pero qué digo!, sus razones tendrá y eso falta en tantos rincones.

Y a la vez no sé si la mejor opción son las disculpas o es cuestión de dos replantearse ciertas reglas. Una acción que provoca escozor en el alma del adjunto sabrá siempre que esa operación fue detonada por el otro. La más de las veces eso pasa. No hay clichés, ni reconciliaciones fogosas, ni temperamentos sublimados, ni allanadas personalidades.

Pero un momento, aquí no escribo de “lo sientos” cotidianos, hago la excepción y modifico: Tres veces me ha dicho “lo siento” y en las tres hemos quedado al parejo. Eso es mejor, va más con nosotros; menos “pero tú me hiciste” y más “bien; cómo le hacemos”. Now we’re talking!

Sí porque los instantes son preciados y hay que moverse a otros ritmos. Sí porque nos queremos y es derecho ser felices. Sí porque cuento con ella, porque conmigo se sienta a la mesa y lo platica, porque nos juntamos a comer helechos, raíces, sonrisas, “te amo”, “te necesito”, “te pienso”, sin buscar necias justificaciones en terceros. Y porque además antes de ser pareja somos individuos… y la soledad es más dulce cuando cohabitas con quimeras alborozadas.

No es triste, no; es compartido, es vívido e inalienable, es inherente como la forma en que empleamos los ojos. Y el amor no es de ojos; es de miradas.



Espacios de soledad: Juan Genovés (aéreos 14)

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2 comentario(s):

Anónimo dijo...

Regresé por acá y encontré gratas sorpesas... Ahhh!!!... el amor... que bonito ¿no?... ese diálogo al final de Enterrar el pasado, es simplemente bello. Con que el 2009¿No?...

Que gusto saberte enamorado [porque es cierto ¿verdad?, y si no, corríjame]... ya apostábamos, algunos, con este día. Mis felicitaciones.


Aneh!

Juan Carlos Medrano dijo...

No hay nada que corregir señorina. Ha pega'o duro el amor por estos transitares. Pero no me ande apostando, que luego el caballo falla. Aunque tengo la ligera sospecha de que este es campeón de varios torneos.

Gracias por el comentario.
Vuelva pronto.

PS. 2008 sería mentira... 2009 es más válido, al menos más elucubrado. Pobre de Carreño, me sentí mal con él.

Aneh!