> Dilecciones 17/29
Anoche me quitó los ojos; me puso unas vidrieras nuevas con las que daban ganas de pintar orquídeas. Pero a mí me importan poco las orquídeas, prefiero su erotismo; su forma de mujer con piernas blancas y abiertas clamando prodigio y sexo. Y ella dice que el prodigio no es el sexo en sí, sino los ritmos, las pausas y el deseo. Luego, por ello, sufro de antojos con prisa que no nos llevan de la mano hasta el orgasmo. Y ella mete a Mishima en los orgasmos; ¡habla de la terapeuta glacial que se cogía a todo su consultorio y de todos lograba sólo semen, nunca flor!. Yo le propongo que olvide a los japoneses que se quitan la vida por mandato religioso. Ella me dice que debo ser más relajado. Yo le contesto que no, que nunca no, que por qué. Y ella me dice “no tienes pausa, no tienes ritmo, prueba a tomar la tila en agua hirviente”. El caso no es el agua ni la temperatura ambiente, lo que aquí acontece es formal desenfado de las frustraciones mutuas. “Yo no estoy frustrada”, me reclama, y yo aseguro que lo está. “Y si lo estoy no es tu problema” / Entonces para qué me quedo / …si te vas no vuelvas / ¡No se apure señorita!, yo espero nada de cuentas perdidas.
Cierro la puerta, la aviento, rompo el aire, salgo enfadado (mezcla de tristeza e idiotez que desembocan juntas en una gran boca). Llego mojado al café pidiendo espresso doble a Julieta, desvergonzado coqueteo con sus mejillas, descargo mis serpientes en sus ojos y le cuento, calmado: “hoy explotó todo con ella” / Qué fue esta vez / El sexo / (se sonroja, ilumina sus pupilas con tibieza y rubor de adolescente) / Fue el sexo, Julieta (que a veces eleva y otras destrona) / ¿Y así nomás? / Como te cuento, así nomás porque quiso, por puro chingarme… cuánto te debo, se me ha hecho tarde / ¿Qué tienes que hacer un domingo en la noche? / Voy a comprarle flores o chocolates y a contentarme / Así de pronto / Y qué más te digo si ése de hace rato no fui yo / Por qué no me esperas y cenamos / Porque no quiero perderme / Si te pierdes te encuentro / Pero yo no quiero que me encuentres / Son 30 pesos / ¿Ya subió tanto el café? / Cambiamos de dueño / Dile de mi parte que acaba de perder un cliente / Tanto que le importas / Pues debiera / Qué humorcito / Ya me voy / Suerte con ella / La suerte, Julieta, es de perdedores / Éxito entonces / Mejor así, lo prefiero.
Salgo molesto del tugurio amarillo y afuera llueve y cala el frío y la ventana donde dormimos tiene la luz apagada y eso quiere decir que está llorando y soy un imbécil que de pronto recuerda que en dos horas llegarán sus mejores amigos porque yo los invité y hay cena y no tenemos ni vino ni pan ni merienda y debo elucubrar un gesto para disculparme y rescatarnos de este efímero naufragio que la noche ha otorgado a la pareja del año para seguir adelante con más fuerza y menos engaños pues las mentiras hieren cuando de amor se incrustan y las peleas se engalanan como pidiéndonos a gritos que atemos las redes del coraje a puerto alegre y dejemos de una buena vez por todas de culparnos por pasados y atropellos y venganzas y blasfemias para al final llegar sedientos a una muerte sana de ancianitos redimidos que han vuelto a creer en la reencarnación como pareja e individuo.
Traje el vino / Y tú crees que así nada más lo olvido / Por qué no me invitas a cenar / ¿Y los amigos? / Que sean testigos / Como de qué / De que vencimos / Habrás vencido tú porque a mí me hace falta mucho más que testigos...
Luego el silencio introduce al estrujón; me guarezco en sus brazos que ella tiende con desgana y que de a poco me aprietan con vigor tratando de expulsar toda toxina que en la mente habite y que después pudiera generar otro tipo de brasas.
La brasa es futuro de carbón, y éste de singular diamante.
<
miércoles, 17 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentario(s):
Míster JC "Torbellino" Medrano, timbalero directamente traído de Costa Rica (¡jajaja!):
Es un gusto observar cuánto cuidas este espacio. Me he atrasado un poco en tus textos y tengo que leer como tres más, pero para empezar he leído éste.
¡Ah! El sexo, el sexo el sexo. Mira nomás qué chingón dialogo creaste desde ese detalle. La verdad es que disfruto mucho de los diálogos que colocas en tus narraciones, me siento más inmiscuida con la historia.
¿Apoco eres de Costa Rica? (¡jajaja!, again...)
¡Un guiño para usté'!
[Tangomananá]
Post data: ¿Qué pasó con los reproductores que colocas?, ¿se acabó tu membresía (¡je)?. 'Tons me voy al 'TuTubo', para averiguar la música que colocaste en esta entrada.
Jijijú...
No; no soy de Costa Rica, soy de merito Xico, Veracruz (parido con partera en potreros lejanos, ja!).
Lo de Costa Rica es un simple guiño (siempre me han gustado las presentaciones de los salseros y cumbieros).
Gracias por la visita, doña Celeste.
PS. Fackin' Goear!, llevan varios días con la subida de rolas desactivada... pero en cuanto funcione, subiré todas de un jalón, pa' completar la trama.
Salú.
Bienestar.
Publicar un comentario