lunes, 4 de agosto de 2008

Frágil Fernanda y el Hombre sin Talento

> Dos miniaturas al precio de una.



///

I. El hombre sin talento.

Quité la flor de esa maceta. La mudé despacio, de espacio, de especie y allí, en su nuevo hogar, la abandoné. Dijo Fernanda que jamás lo hiciera; que si un mal día me intrigaba saber por qué ya nunca abría, sin temor al error, la mataría.

Sin embargo aquel tulipán, que resultó ser flor roja de ornamentados pétalos y delicada faz, (ese individuo solitario que nunca me mostró su cara elegante) no optó por morirse, sólo cambió de dueño. Creo que a veces a la flor le hace falta un buen cambio de dueño: otro misterio más de abono, tierra y soles.

Soy un jardinero incapaz de demostrar talento. Una desgracia para las matas, químico eficaz contra las plagas. Penumbra en la fotosíntesis, carbono catorce que trae reducidos vestigios de vida. Fernanda bien lo sabe; cuenta en su libro sobre musgos y verdor, que “hay maldad en los hombres, pero hay más indiferencia”. Y eso mata a las bromelias: les quita el agua azucarada, las serpientes. / Soy un hombre sin talento. Un jardinero indiferente.

La noche que paseé con ella hubo más flores de azahar que otra ninguna. Le arranqué dos docenas al naranjo (me quité la gracia del jugo mañanero una semana). Desinfecté la higuera con orina (tuve, por imbécil, que hacérmelos en almíbar). Y luego le di dos besos por error a mi ex-Fernanda (le supo a amoniaco el rostro). Me aventó una bofetada que detuvo el platanar con savia que manchó su blusa. Discreto me reí, a sabiendas del futuro seco, erosionado de mi mente. Pero me oyó, se enfureció: arrancó con sus manos blancas un pedazo de pasto (eso que magistralmente logran los iracundos) y lo arrojó a mi cara roja de tulipán abandonado...

No volví a plantar semillas.



///

II. Frágil Fernanda.

-¿De dónde me llamas?
- De casa, ya te dije…
- ¿Y?
- …
- …
- Bueno, quería saber si ya te acostumbraste a la… a la… a la estufa… ésta…
- ¿Por qué me sigues llamando?
- Han sido dos veces Fernanda; no hay por qué alarmarse.
- Ya no hace falta hablarnos.
- Sí, pero… el… esto… es… bueno, no es/tan bueno estar tan solo ¿no?
- …
- Es que en realidad fu… siento que fui un poco… grosero… contigo.
- …
- Es… lo que yo creo.
- Ya no importa.
- No, sí importa, a mí me importa.
- …
- …
- Pues a mí no.
- …
- Me gusta este cambio. Es… lo que buscaba y… si todo esto resultó mal fue porque a los dos nos…
- ¿Sabes qué? Ya párale Fer. Ni quien te pida explicaciones… / ¿Fernanda? / Puta madre.

Marqué otra vez; con coraje, aplastando cada pinche digitito que memoricé tres años atrás. Tenía el ceño fruncido y esa famosa opresión pectoral que tanto gusta a los poetas recordar. Tres 18 veintidós catorce. “Ora me contestas cabrona” (le gritaba mi conciencia a la interfecta).

- Ya no le marques güey – dijo Nacho comiendo palomitas desde el sofá.
- Y a ti que chingaos te importa (puto Nacho, gordo de mierda)
- (Chasquido) ¡Guevos!
- ¡Lo que me sobra, pendejo!
- ¡Pu’s qué pedo!
- ¡Pu’s qué pedo tú pinche Nacho! //
- ¿Sí?
- ¿Fernanda?
- ¡Cuélgale a la puta!
- ¡Cállate chingao!.. ¿Fernan…?, ‘pérame, ‘pér… espérame un segundito…. no me cuelgues…
- ¿Raúl?, ¿sabes qué hora es?
- No, no, de verdad, tengo que hablar contigo…
- ¡Saludos putita!
- … (Alzo la mano, detengo cada molécula de aire) … aguanta Nacho, ya… (junto índice y pulgar, entrecierro los ojos).
- ¿Fer?
- No, Lucía
- (¡Hhh!) / ¡Quihubo Luchi, cómo estás!, perdona.
- Yo bien ¿y tú?, ¿bien pedito, verdad?
- No, no, no… cómo crees, mañana… mañana chambeo.
- Ni que eso te quitara las ganas…
- Sí ¿verdad? oye y…
- Buscas a Fer.
- Sí… ¿me la pasas?
- … Ya dale chance…
- Pero de qué… anda, pásamela.
- Se durmió hace ratito, ya apagó la luz de su cuarto.
- Acaba de hablar conmigo hace un minuto.
- Ya te tengo que colgar.
- … (...)
- ¿Raúl?
- Sí, sí… aquí estoy... pues qué te digo…
- Bueno, luego nos llamamos ¿no?
- … Sale Lú.
//
- ¿Qué te dijo güey?
- …Y tú, puto Nacho, la cagas güey…
- Ah ya; ni que fuera para tanto… ya te mandó al queso mi Rulo.
- …
- ¿Quieres palomas?
- A ver…
- Pu’s ya te chingaste, porque ya me las acabé.
- ¡Puto gordo sin fondo!, ¿dónde tienes más?
- En el cajón amarillo de la cocina güey.
- Mh.
- Ponte unas de mantequilla extra ¿no?

...

- ¡¿Ya no sirve el micro o qué pedo?!



III. Soliloquio.

- Esto me va a costar lectores.
- Te lo dije Juan Carlos.
- Bueno, quería... "experimentar".
- ¿Orinando a ex-novias?
- ... No entendiste la metáfora...

<

4 comentario(s):

Travis dijo...

¡Ebrio misógino! A güevo, siempre lo supe.

¡Salud pues!

Pinches viejas... no es mamada, si se siente ese "algo" en el pecho cuando te acuerdas.

¡Salud de nuevo!

No, espera...

¿Sabes que hacia Fernandita mientras volvias a llamarla?

¡Pues se reia güey! ¡ ¿ Qué más ? !

Pero... pues ni modo de voltear el calcetin. Eso si no Buci, prefiero que las chavas me regalen siempre algo nuevo que escribir a perder el honor de un buen hombre... tal vez no tan bueno, pero hombre si. Tengo pruebas y testigos

¡Salud!

Juan Carlos Medrano dijo...

--- NO ESTOY DE ACUERDO ABSOLUTAMENTE EN NADA DE LO QUE EL SUJETO DE ARRIBA EXPRESÓ EN ESTA BITÁCORA ---

JEJIJOJÚ !!!

AH CHINGAO, perdón por los GRITOS.

Salucita mi Serge.

Eduardo Jácome Moreno dijo...

mucho bla, bla, bla poco glugluglu, ya leí tus entregas de feria, me parecieron bastante buenas. ya le decía a friscos que juancarlitos muy haciéndose de reportero cubriendo la noticia día a día, y dejo una pausa de nose cuantos sin decir nada, se rumoraba que estabas PERDIDO como gusano de maguey en el felicillo, pero ya veo que resucitaste con entusiasmo!, jejejejje, creo que vas directo a quitarle el puesto a AMADOMANUEL de cronitsstta

un abrazo y saludos a la familia
:)

Juan Carlos Medrano dijo...

Mi querido y siempre mal ponderado, apodado en el bajo mundo como Smithers !

¡Qué tsu????!
reporterillo vanguardista ¿que no tienen otras cosas más importantes que hablar con el frisco o qué jijoesushing7&... APUÉSSSSTALO!!!!

'PUÉSTALOOOOO !!!!

Salú con Montejo (que en realidad, no sabe tan mal). Y un fuerte, fuertísimo abrazo pa' tí.