domingo, 1 de junio de 2008

La Visita

> ó 1994



Visitar es reinventarse. Lo sé por derecho propio: casi escucho las otras voces de la memoria: cautivadas por el brillo de mis ojos, contentas de verme, de saberme bien y sano, de notar algunos cambios (y sospechar que sigo siendo el mismo).

Visitar es también cocinar con ingredientes raros: mezclar lo dulce y lo ácido, probar chocolate y menta, preparar Bellinis (como los del Harry’s Bar) y cerrar los ojos pensando en Italia. En Venecia. En la Plaza de San Marcos. En mi padre. Visitar es todo ese constante movimiento de los años en pos de un mejor futuro y un pasado satisfecho.

Aunque visitar al pasado es distinto. Es vestirse de gala ante el niño que fuiste y quitarte el sombrero por sus ocurrencias, y desanudarte la corbata por volver a oír tu risa, tu propia risa, y remangarte la camisa para jugar con lodo y llenar pistolas de agua. Es más, pero con eso tengo.

Ayer visité a mi pasado. Bajo el marco de una fiesta infantil me encaré con él. Y hubo lo bueno y lo malo: nos dimos la mano, conversamos serenos sobre mis métodos de ahorro, jugamos una partida de póquer sin pestañear, nos tomamos una paleta de cacahuate (en vaso), se burló de mis kilos de más, me burlé de sus granos de más, me insistió en dejar de fumar, comimos unos frijolitos de colores, le dije con ganas de molestar que quién le iba a decir que al día de hoy tuviera tantas canas.

- Te veías mejor con el cabello largo - me dijo - te veías más joven…
- “Era” más joven - respondí; le invité un café turco tratando de sorprenderle con mis dones y secretos:
- ¡Oh, pido el molido especial!, un amigo me trae cardamomo de Israel…
- ¿Dónde compras el café? - preguntó con cautela. Me puse serio:
- Tú no tomas café, tienes 15 años.

Me miró impávido, como tratando de entender a mis neuronas más reticentes.

- …
- ¡…!
- 14 años, tengo 14 años: ahí me dejaste Juan Carlos, no me he movido.
- Ah, pensé que… ¿entonces no te tomas el café?
- Mejor no.
- Y… qué te ofrezco, qué bebes usualmente.
- Agua de Tang sabor naranja.
- ¡Claro! – aplaudí - Tang de Naranja… ¿no quieres mejor una agüita de papaya?
- No gracias, ¿eso fue una broma?
- ¡Uy!, no te pongas así: recuerda que ahora yo soy el mayor.
- Sí pero… no has envejecido muy bien.
- Ya sé amiguito. Hay algo que seguramente querrás ver de nuevo.
- La ilusión ha muerto.
- Sarcástico; por eso te decían que eras anormal.
- ¡A ti te decían anormal!
- Da… da lo mismo. Te enseño o no.

Cuando lo llevé a ese espacio, a esa especie de altar que le tengo a mis discos, todo su cuerpo se afligió: no sabía muy bien si darme las gracias o llorar o tocarlos todos a la vez o abrazarme…

- ¿En eso gastas tu dinero?
- ¿Es todo lo que vas a decir?
- No, es que… no sé. Es bastante fuerte ¿sabes?
- Supongo.
- ¿Supones? Yo hice de ti todo esto. Yo hice esto.
- Y créeme, hay veces que te lo recrimino.
- ¿Aún tienes el disco de los Beach Boys?
- Sí, sí.
- ¿Pet Sounds Remastered?, ¿qué carajos es esto?
- ¿Cómo qu…? Me preguntaste por el disco ¿no?
- Sí, pero éste no. El rosa, Greatest Hits. – y se puso a cantar – “Let’s go surfin’ now. Ev’rybody’s learnin’ how. ¡Come on a safari with me!” Ése.
- ¿Este?
- ¡Aún lo conservas!, Nunca creí… ¿y Descanso Dominical? – cantó – “En la Puerta del Sol como el año que fue…" ¡ei!, acá está. Juan Carlos esto es increíble: un discazo ¿eh?... pero este no es el que yo compré.
- Bueno lo compró más bien tu hermano Patricio.
- ¡Yo lo compré!
- Ok. Como sea… ése se perdió.
- ¿se perdió?, qué le pasó.
- Pues…
- pues qué.
- Pues se lo regalé a una noviecita.
- ¿a una noviecita?, ¿y por qué chingaos andas regalando discos?
- Bueno es que realmente… tú sabes.
- Valía la pena ¿eh? Menos mal.

Así estuvimos media hora; tuve que ponerle tres veces Solsbury Hill de Peter Gabriel y tantas más. Luego tomó un lápiz y escribió en un post-it varias canciones.

- ¿Es lo que escuchas ahora?
- Sí – dijo abrumado, pensando bien sus elecciones – Hazme un favor: grábame un cassette con estas canciones.
- Ya hay quemadores de discos.
- ¿…?
- Discos que… bueno como en los cassettes pero en disco compacto. O sea, está muy bien. ¿Y para qué lo quieres?, el cassette, para qué lo quieres… eres parte de mi imaginación. No te lo puedes llevar a ningún lado, es… intangible todo esto, vamos.
- ¡Soy parte de tu pasado!
- Por desgracia.
- Pendejo
- Ya no digas groserías, eres muy chavito. Y yo las estoy tratando de dejar ¿oquei?
- Pu’s qué putito.

Lo amenacé con el dedo índice. Los dos reímos. Le hice su cassette: tuve que regrabar uno de cromo para que el sonido fuese mejor. Él insistía en que fuera de metal.

- El negro, el de metal. High Byass / Type 4
- El de metal no sirve para regrabar. Se queda el sonido de las pistas anteriores y se oye todo así: satánico. ¿no te acuerdas?
- Es cierto… bueno pues el de cromo.

Mientras lo grababa (y me acordé de Stephen Frears y su High Fidelity) noté que mi pasado se esfumaba. Volvíase viento: átomos perdidos, ionizados en la memoria colectiva. Sin más respiré hondo: lento me caló la pureza del aire vespertino, me serví en el vaso un poquito de Tang y recordé a la novia que gustaba de Mecano. De este modo hice las paces.

Y hoy, como homenaje a su silueta de infante trasnochado, le regalo al peatón las canciones que apuntó.



< Peter Gabriel. Solsbury Hill >



< Enigma. Return to Innocence >



< Pink Floyd. Take it Back >
(con extraña cinta rosada)



< Mike Oldfield. Tricks of the Light >



< Dead Can Dance. The Carnival is Over >

14 comentario(s):

Travis dijo...

El pasado termina lanzando piedras llamadas recuerdos (a veces del tamaño de un búfalo).

Te mando saludos desde mi guarida protegida por Mazinger y alimentada de polvito tix tix.

Por cierto, ¿tendrás por ahí alguna cinta con Video Killed The Radio Star?

Juan Carlos Medrano dijo...

Pues mira que sí fueron piedras mi estimado... más grandes que los búfalos...

Y no, no tengo, que yo sepa, ninguna cinta donde habite paciente la rolita que me cuentas... ¿fue lo primero que transmitió MTV?.

Bueno, de cualquier manera, encontré una página donde te la puedes descargar:

http://www.ez-tracks.com/getsong-songid-30962.html

Salud.

Travis dijo...

Olvidé mencionarlo, robe unas frases de uno de tus posts. Por supuesto, viene con su respectiva cita y enlace a tu página... ahí nomás te encargo que me avisas si te ha molestado este "detallito".

Abusado!

Miguel-Iván Barradas dijo...

¡Me gustan tanto estos vericuetos del Tiempo!!!

Soy adicto a ellos, me transportan, hacen que me pierda y desvaríe.

Y precisamente, estos días me llevan de girón en girón. Estos días hay mucho qué recordar y muy poco qué olvidar.

Estos días todo huele a Pasado. Y a ilusión.

Todos los abrazos!

Miguel-Iván Barradas dijo...

Ah, por cierto. Lo de girón con "g" es deliberado. Me gusta más así. Yo también tengo mis disputas con la Lengua Española.

Juan Carlos Medrano dijo...

Sr. Miguel Iván: ESO es precisamente lo que a mí también me gusta: confrontar el pasado y la ilusión.

Las zonas reconfortantes de las que hablan los cantantes son, para mí, mis discos más viejos: a los que me he desapegado pero a los que irremediablemente vuelvo de cuando en vez con carita de inocente.

Te respondo tus abrazos...

Search: Ei !!!, no me había fijado; pues un honor compartir créditos contigo y con Swift eh?... ahora te comento.

Travis dijo...

Pues solamente me queda dar agradecimientos. Me fue muy útil tu Debut VI para explicar el tema que se estaba tratando. ¿Necedad o Genialidad? Sigo en la disyuntiva.

Bebamos pues un trago de vino para recordar al fabuloso Swift y dejemos ser participe al pasado de nuestra embriagante jornada.

Salud!

Carmen dijo...

Hola Juan Carlor, aquí regresando la visita y conociendo ésta tu casa. No sabiendo que frase buscabas por la que llegaste al blog y dado que gustas de las alcachofas al igual que yo, te de dejo estas para saborear:

La alcachofa es una muchacha árabe.
se descubre velo por velo,
suavemente,
al final,
la muy amorosa,
ofrece
con toda su delicia el corazón.
Nuria Gómez Benet


Y esta que es una gregería:

La alcachofa es un alimento para ebanistas, carpinteros y tallistas.

Ramón Gómez de la Serna

se feliz

Juan Carlos Medrano dijo...

... y ni qué decir de las empanizadas con queso fresco en sus "velos". Mmmmmmm !!!!
¡ Pecata di cardinale !

Cuando era pequeñín quería tener mucho dinero para comprar todas las alcachofas del mundo (los sueños, por fortuna, van cambiando).

Muchas gracias por tan lindo comentario Carmen; sólo me queda cerrar esto con una contestación a tu greg(u)ería (también de Gómez de la Serna):

"tenía una boca tan perfecta, que se dudaba si la podría abir", jeje, me encanta: encierra a varias personas que conozco.

Tú también se feliz.

Anónimo dijo...

Interesante...

Muy muy interesante... el año... el contexto, tu pasado... muy parecido al ejercicio del Sup y el Viejo Antonio... jaja... Ya!... prometo no hablar más de ello...!!

Aneh!!

Anónimo dijo...

Si. recuerdo al pequeñín aquel de jeta cagadisima. Hoy todo un torpe, todo un maestro, todo un sin razón, todo un señor de veintisiete años. ¡puta madre¡

Recuerdo aquel pequeñín que molestaba y hacía reír. Ahora el espejo te lo dice: canas, ojeras, métodos, manías, ritos, procesos, lecturas.

Ya no juegas por jugar. Hemos crecido. Un poco, tampoco hay que exagerar, por eso yo todavía juego por ahi con las damitas a encontrar un tesorito que guardan en la entrepierna, juego a la semana inglesa, juego a la ruleta, juego al poker, juego al cubilete y cuando me da la gana, juego a doble o nada.

Pensándolo bien, no hemos crecido. Bueno, tú si,.je.

Un abrazo

friscos

Juan Carlos Medrano dijo...

Adri: ya puse tu foto en el Cofre, gracias por el detalle. Y lo del Sup... sí, mejor ya cámbiame el tema. Abrazo.

Dear Friscou: ... mmm (jaja)

Gracias por las visitas.

Anónimo dijo...

Genial barrilete !
Me acuerdo de ese jovencete fumandose sus primeros cigarros, escribiendo y comprando CD's impulsivamente... ese buen amigo de secundaria con el que se planeaba el futuro y se aprendia a ser uno mismo.

Que importante es encontrarnos con nuestro pasado... yo creo que asi es como descubrimos quienes somos y lo que queremos de nuestro futuro. Saludame a ese chaval de 15 anios si te lo vuelves a encontrar y dile que aun tengo por ahi alguna Ricaleta que perdio en una apuesta !

Juan Carlos Medrano dijo...

Barril (añorado barril):

"Verte" por aquí siempre me llena de alegría. Saber que seguimos a pie del cañón, empecinados en la amistad fraguada hace tantos discos, tantos cigarros y tantos atardeceres en el Cofre de Perote, es sin duda, una de las palmaditas en la espalda que me ha dado la vida.

Gracias por estar aquí: en el blog, en el corazón, en la conciencia, en el futuro.

El más fuerte de los abrazos.
Salud.