jueves, 17 de noviembre de 2005

París en Taxi

< < < El levantamiento en París hace algunos días me dejó pensando (y eso es malo). La génesis de esa áspera historia urbana es la de unos alborotadores, que mediante blogs, se dieron a la tarea de alebrestar a la multitud enardecida por la muerte de algún árabe. Lo más terrible es la naturalidad con la que este tipo de historias nos llegan, nos hemos acostumbrado tanto a la violencia que al más mínimo empujón, reaccionamos instintivos y pelamos los dientes.

> > > A una señora se le olvida el bolso en el taxi. El sol aún no despunta de lleno y ella llega llorando a la estación de radio más cercana. La conductora en turno da el aviso: "señor taxista, la señora Josefina Andrade dejó su bolsa en su unidad - y da más especificaciones técnicas -, si me escucha, repórtese con nosotros; ella ofrece recompensa". Así pasan cerca de 10 larguísimos minutos de frustración y vergüenza. ¡ Tenemos una llamada en línea !, es el taxista de la bolsa, argumenta gritando un insignificante gato de la XEW. El comentarista de deportes, que en ese momento dicta la sentencia del rotundo Tres a Cero que le propinó Bulgaria a nuestros mexicanitos, se une a la algarabía, y en ese mismo instante expresa: "señor Gómez - apellido del héroe conductor -, ¿de qué equipo es usted?"... "siempre he sido Puma", responde con voz aguardientosa. Pues ya estuvo señor Gómez, yo le consigo el balón firmado por los jugadores, la camiseta oficial y una entrada para que vea un partido desde la banca"... "no, pu's... pu's gracias", se extiende bajo las ondas hertzianas un silencio que derrite, y luego, y luego Gómez continúa: "es que nomás ablo pa' decir que cuando me di color ya le abían virlado lo que se jayaba dentro". Vámonos a publicidad.

< < < ¿con cuál te quedas tú? > > > Viva México. Viva el Mundo.
Sí Cierto.

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