martes, 28 de octubre de 2008

Catecúmeno con Chistera

> Yo tomé esta foto:



Son, de entre los días y flores, de entre la física y química de los cantores y las melodías, mis dos grandes instantes de comunión musical. Son, dicho de otro modo, los infaltables en mi repertorio existencial.

Y los dos se conocen; los dos han compartido más de una vez la misma mesa y la mirada cómplice, los dos han posado con Castro y a los dos les encanta sentarse a conversar en el tío vivo (carrusel) que tiene Joaquín en su rellanito amarillo sobre Tirso y Libertad. Los dos son asiduos de don Dylan y a los dos les queda bien el sombrero. Los dos son lectores; los dos, cocineros; los dos, cantautores.

Y sin embargo a Silvio no le gusta Vallejo y Joaquín nunca se ha dejado llevar por la lírica asimétrica de Bretch. Y sin embargo a Joaquín lo matas con un buen ron cubano de cosecha veraniega y Silvio está prendado con el Jerez; el de Frontera, el de barril de pino. A Sabina le gustan las mujeres peruanas, Rodríguez prefiere las de San Antonio de los Baños. Joaquín traza sus canciones en primera persona y Silvio… Silvio simplemente, no las traza.

El aprendiz es un irredento de los arreglos cautos y honestos, al idiota debajo del bombín le gustan más las pautas rumberas y olvidadas; lo que Varona y de Diego proclaman. Silvio es ermitaño en homenajes, Sabina asiste a todos los velorios. Don Silvio se ha hecho gordo en 62 años celebrados en noviembre y Joaquinito menos niño en 59 febreros bisiestos.

El cubano es misterioso cuando habla de amor, el de España, un canalla. El que vive en Lavapiés se mofa de las monarquías, el diputado se instala en ideologías. El uno canta al fusil como si flores echara, el otro canta a Madrid como si de damas hablara. Uno juega a los toros con Aute, el otro los ve desde la barrera con Serrat. Me han regalado, los dos (o dicho sea de paso, los cuatro), verdaderos momentos de arte.









...

Silvio encanta a las serpientes, Sabina las besa. Silvio sonríe muy poco, Sabina se la pasa de fiesta. Joaquín también confiesa, Silvio nunca aterriza. Joaquín también divierte, Silvio hace lo que puede. Joaquín también se equivoca, Silvio nunca. Y sin embargo, Joaquín es un maestro y Silvio, discípulo. Joaquín arremete, Silvio convence. Joaquín es disperso, Silvio, olvidadizo. Joaquín escribe sonetos, Silvio, paisajes. Joaquín intenta y se reinventa, Silvio posterga la edad, jugando con cometas. Joaquín es realidad, Silvio, una afrenta. Joaquín es despeinado, Silvio se nos ha quedado calvo.

A Rodríguez le he visto cuatro veces, a Sabina, más de siete (ocho). En los conciertos, el primero es un señor que habla muy poco y se enfada, el segundo también se enfada, no digo que no, ¡pero qué bien disimula… y cómo habla! Silvio me hace llorar con Mariposas cuando anuncia que la dedica al coyote hambriento (Netzahualcóyotl), Sabina hace lo propio cuando me habla de Comala en sus Peces de Ciudad.

Los dos han estado a mi lado muchos años; han dejado se ser simple moda para convertirse en los mejores situados (… y habrá que discutir luego sobre los egos, pero estar así, con lo que tengo, colecciono y conozco, me suena a tarea de labriegos. Sí; también he aprendido a ser honesto). Los dos me desafinan el alma y la garganta, los dos me vuelven vaso largo y con limón que se rompe y re-rompe y revienta cuando proclamo ¡Salud! a los amigos. Los amigos me conocen; sabrán distinguir lo que les digo.

Y estos dos, que no son mis amigos, tienen como testigo a sus discos que ya no me sirven de tanto oírlos. Oírlos y escucharlos; porque también me he dado a los tiempos de encontrar en cada canción, la farsa; en cada letra, el aliento; en sus maneras, mis inventos; en la ducha, el alivio; en el amor, la calma; en el canto, el espejo; en la resaca: ¡cómo ha pasado el tiempo!

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Quiero corregir:

Sabina me cae muy mal.

A Silvio lo detesto.

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Trivia: Mencione ejemplos de "una playa sin mar".



Trivia: Dónde es "debajo del cielo, encima del mundo".

PS. Yo no tomé aquella foto. :-(

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8 comentario(s):

Anónimo dijo...

Algunos años antes que tu los empece a conocer, a escuchar, a admirar y a cantar siempre en cualquier lugar posible donde se haya dado la oportunidad, y por su puesto con un vaso largo y sin limon, el ron campechanito mi hermano, bacacho blanco o glorias de cuba; o ya de perdida Ron Potosi o el del patito, jejeeeeeeeeeee.
Un gran olèee por estos dos tios enormes y un abrazo para ti desde un muy frio San Juanito.

Juan Carlos Medrano dijo...

Don Geraldo:

¡For eso maistro, qué vas a saber tú de la vida! (jejejé, COF, COOOOF). "Unos años antes que tú" dice el beberecuo... ¡pucto viejillo! / Te concedo eso, mi querido hermano. Eso y más. Habrá que beberse de un trago todas las estrellas ¿no?... ¡sí cierto! / Salú por este par maravilloso que tantos días (quizá más noches) ha estado presenciando grandiosas reuniones ante diversas barras.

¡Larga vida a Satán!
....
ah... este, no.
¡Larga vida a Silvio y Sabina!

A. Güiris V. dijo...

Medrano, peronda la tardanza de mí respuesta pero he estado atareado en la escuela y la ciudad, la ciudad y la escuela; qué puedo decir; siempre, creo es lógico, hay mucho que ver en una ciudad no vista jamás Todo bien por acá, seguiré tomando fotos y las subiré al facebook en esto días. Espero que por allá todo este bien. Por acá apenas empieza el festival de Jazz de Madrid, un cartel excelente, revísalo. Posiblemente asista a ver a la Omara o a Bebo Valdés; aún no me decido, no podré asistir a los dos pues ahorro para el de Steve Winwood que se aproxima. Me retiro, me comunico luego.

Juan Carlos Medrano dijo...

Oh.... la envidia me carcome!!!! / Fíjate además cómo construiste el escenario: "no voy a los dos porque ahorro pa'l de Winwood" (jajaja), ¡sí cierto! / Qué emoción saberte por esas tierras mágicas: De Madrí al cielo sólo un poquito, canta el dicho popular. Te recomiendo harto que te lances al Café Central (Plaza del Ángel 10) a escucharte buenas improvisaciones. También recomendable pa'l blues el Café Populart en la Calle Huertas 22 - cerquita de la Plaza de Santa Ana- / ahí, de favor, échese una cañita a mi salud.

Nos escribimos pronto. Un fuerte fuerte abrazo xiqueño hasta esas tierras ignotas. Salú caballero!!!

Unknown dijo...

Buci, tengo miedo, Mrs. Rebeca Williams me mandó un correo!. ¿Será que persigue a todo aquel que tenga blog?

Goga dijo...

Perdón, mi madre dejó abierta su cuenta en Google y se publicó el comentario con su nombre,je,je,ups!

Anónimo dijo...

Uy barril !
Tu bien sabes que estos dos son tambien grandes para mi. Recuerdo muy bien ese primer concierto de Silvio en el 98 (me siento viejo al escribir eso) cuando Silvio nos dejo tirados y sin encore. Pero luego en el 2005 fue un deleite rola tras rola.

Me falta ir a uno de Sabina (me da pena admitir que aun no lo he visto en vivo). Tendre que organizar un viaje donde sea que se presente proximamente ! Vaaaaamooonnnnoooosss !!

Salud por estos dos cabroncetes que nos han regalado tantas canciones y nos han acompaniado tantas veces bebiendo una copa.

Fermi.

Anónimo dijo...

No pues grandes entre los grandes, esas tres eses son el top3.
Y ni que decir de los varios afortunados momentos en vivo que nos han regalado, en lo personal, y ya que de paso uno que otro visitante esta presumiendo de sus vivencias, fue realmente de lo mejor el ver al Sabo en su templo mayor, las Ventas, compartiendo escenario con el Calamaro, que mas alla de que las matematicas digan lo contrario, tambien cabe en el top3.
La playa sin mar defintivamente el lugar donde nunca quisiera estar, una especie de purgatorio, insertidumbre, el matrix de los mortales.
Y como es costumbre en ellos, la antitesis, encima del mundo, debajo del cielo, el aqui, la vida misma, la bellesa del presente.
Ambos han hecho rodar lagrimas en vivo y grabadas.
Y definitivamente es inevitable un "a su salud".