- El presidente mexicano le pide al similar boliviano que le venda un poco de gas natural; Bolivia es el país sudamericano con más reservas del preciado componente. El alto mandatario, ante la petición, responde que aún no toma posesión de su gobierno, que espere un poco por favor, que "no es que no quiera sino que sencillamente por el momento poco puedo hacer". El mexicano con infantil acento le tira la piedra: "Yo no sé qué quiere hacer Bolivia con tanto gas, si no nos lo quieren vender pues entonces que se lo coman". Enfadado el otro, al enterarse, decide la responsiva: "le pido al líder mexicano que tenga más respeto por nuestro pueblo". Después sus asesores comentan que esto no es bueno para las relaciones diplomáticas entre los dos países. Así que el boliviano se retracta e invita al nuestro a su toma de posesión. "No voy" nos informa por la tele... "a ver si así se le quita". -
- "Déjeme estacionar aquí". "No puedo joven". "Ándele, nomás tantito, voy, pago y me regreso". y ya sin mirarme a los ojos puntualiza: "no puedo joven". Frustrado avanzo cuatro metros, donde ya es permitido: "ahí mero joven". "no le costaba nada dejarme aquí un minuto". "es sitio". "¿y ése que está parado?". "orita se va". "¿a ver?". "ya no hagas problemas". "si namás quiero ver que se vaya... 'ta bien ser del ayuntamiento ¿no?". Me da la espalda y se pone a soplar su silbato y a manotear al aire en el cruce donde pasan dos coches, se me aleja. -
- En la rudimentaria tienda de abarrotes sale a atenderme un chico de 12 primaveras. Le pido un encendedor, ¿de los buenos? - susurra - río. Sí, de... de los buenos. -
- Existe en la ciudad una boutique de variado mercado. Encontré candados, lámparas, grabadoras, bocinas de segunda mano para tardeadas, discos de vinil de Locomía, mascadas de desgastados colores, crucifijos de mimbre para espejos retrovisores, camisetas del América y del León, calendarios del Cruz Azul, chamarritas para bebés, una dotación de limpiapisos Fabuloso en cuatro presentaciones, calcomanías de bala para los cofres de los autos, cocacolas y boings, lapiceros Bic y lápices Mirado, de los duros, centro de fotocopiado, chicharrones con mayonesa, lechuga, queso y chilito picoso Tajín, cochinos - alcancía de porcelana china con chapitas, paletas Coronado, discos vírgnes de a $3, bolsitas para regalo con motivos del Jálogüin pasado, una reja que sostiene quince cedes piratas con los más disímiles cantantes, chicles Traiden, dos copias del Kin Kón - la nueva (las he vendido bien), siete veladoras medianas; se terminó la grande, Montana sueltos, 17 Colgates de dudosa caducidad, mochilitas Jelouquiti de color amarillo, dos, (Sanrio para el asombro del incrédulo) y una sección escondida del aparador principal donde hay quitaesmalte para las uñas y grasa líquida café de marca Colorfiel. Entré yo por 500 mililitros de agua simple. No la trabajan me dijeron. No la trabajan y me compré un Boing de tamarindo (¿le debo el popote?). Así salí feliz, de nuevo al mundo plano, de aquella Yenny's Boutique. -
miércoles, 11 de enero de 2006
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1 comentario(s):
jeje. Pues gracias por el cumplido hermano. Los cruces de caminos son la cotidianidad en su tratamiento menos objetivo, más peatonal y usualmente son historias ciertas, que suceden en Xalapa, en Xico, en el mundo... "Mi" Mundo. La numeración va en contra de toda certeza y desafía al destino. Tres de Ene, quiero decir, probablemente no haya otro cruce de caminos, quizá me esperen diez mil más.
Saludos y gracias por ser tan constante lector. Un abrazo.
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