Infusión
Obra completa
(Musiquita para relajarnos)
Durante una tarde de mayo del año pasado recorrí el refri y el pensamiento buscando ideas frías. Y encontré una muy caliente: volver a escribir en mi blog que, si bien no había abandonado, lucía pálido de efigie.
Idea fría: escribir por deleite de crearme más y diferentes mundos efímeros. Escribir ficción. Inventar dolencias y placeres de personajes que probablemente nunca podría llegar a ser (por mi nimio interés en ser alguien más de lo que soy) dada mi cobardía y el infatigable paso de los años sobre mi redonda figura.
Nunca he sido disciplinado; gozo de un trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad (o creo gozarlo) que me aferra al orden preestablecido del universo: mi universo, mi física y mi tiempo. Eso es tan distinto a la disciplina y la constancia creativa que sugiere ciertos huecos en mis momentáneas encerronas con las musas... y en mis devastadores enamoramientos; pero eso no viene al caso.
Dicho lo dicho, pensé en escribir 30 cuentos no mayores a los diez párrafos. Uno diario, un mes, una taza de té mientras eso ocurre. "Salir fortalecido", dije en voz baja para no ser escuchado, volver a mis antiguas glorias de desenfreno existencial y literario llegadas tan sólo hace cinco años. 30 cuentos, 30 días, 30 tazas de té. Y volver a empezar. Escapar de la monserga de escribir por escribir. Fijarme objetivos. Diversificación es diversión.
Y aquí están, 303 días después, los resultados.
(Guárdese sus comentarios)
PARÉNTESIS DE APERTURA
Infusión es la tercera serie que completo. Las dos anteriores (Debut y Dilecciones, que puede usted encontrar al costado derecho de esta bitácora electrónica bajo la columna Barrios) fueron monotemáticas.
La primera, de diez entregas, revisa mi adaptabilidad a los cambios que ha sufrido (el) peatón, tanto en diseño como en maneras de utilizar el lenguaje, y es más bien una suerte de ejercicios que no tendría por qué haber publicado -y que, venido a ver, ni siquiera sé muy bien si esté "completa"-; cosas del ego, como este texto, como este blog: cosas del ego. Arrebatado, incluso, por cambiar de estigma, intenté desaparecer mis rastros a través del Debut X. Por supuesto, no lo logré: para desaparecer hay que ser constantes.
En Dilecciones, sin embargo, la fuerza motora de mi núcleo sustancial que (perdone la franqueza) ha sido siempre amar y ser amado, se me fue de las manos. Así surgieron treinta textos en los que utilicé un lenguaje más ramplón y coloquial para generar conversaciones lo más humanamente realistas entre dos enamorados.
A esas entregas, se les sumaron después doce garabateadas imágenes sobre el desamor y los celos. Hoy se muestra completa luego de haber desaparecido un par de años del blog y puede usted leerla con los 42 incisos.
PARÉNTESIS DE CIERRE
La serie Infusión no consiguió extraer de mi cerebro envenenado el mal bicho de la desidia y la poca perseverancia, pero sí dio luz a una faceta distinta en mis umbrales creativos. Por ello le debo mucho y la atesoro desde ahora como un premio de consolación a los diez improductivos meses que tardé en terminarla.
Su numeración sólo corresponde a un registro elemental de mi lentitud hacia la vida; un mero orden cronológico que supo trazar algunos esquemas sobre los temas a tratar, las formas narrativas y la experiencia misma de ir aprendiendo palabras en desuso.
Por ello sugeriré un orden (recuerde usted mi trastorno), más de fondo que de forma, y que no pretende ser paradigma para su lectura sino sutil acomodo de tópicos o circunstancias. Vaivenes emocionales que en el continuo desdoblamiento (canalla o hipócrita) que supone para un servidor el acto de escribir, servirán de menos para entretejer de modos más honestos este enredijo sin cabeza que tuvo a razón perdida llamarse: Infusión.
Los dos bloques que le presento muestran los vínculos a cada entrada, lo que le permitirá navegar con más comodidad por este mar de nombres propios y sustantivos.
Espero que disfrute el trance y logre conectar con más de uno. Sírvase un té de lima y tenga a la mano sus galletas. Feliz viaje. Gracias por leer.
INFUSIÓN
OBRA COMPLETA
PARTE 1
(La vanagloria de esa
tarde de mayo.
Una introducción)
(Extrovertidos escupitajos
sin sentido)
(Mejor no hablar del
pasado)
PARTE 2
(Cuentos para niños y
adolescentes)
(Cuentos de malicia y
regocijo)
(Cuentos para envejecer)
Tangentes:
a) Primera
b) Segunda
(Breves homenajes a la literatura
de la Onda)
(Rendición de honores a la
Naturaleza)
F I N D E S E R I E
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