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Lo que digo aquí lo invento.
Nada se puede sacar de la nada,
hueco –hoyo negro- es el pecho;
y cuando digo que te amo
-lo invento-
no estás aquí (ni estuviste),
te acerqué al acercarme,
te acerqué con el intento...
pero hablo en vano.
Rosalba Pérez Priego
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Imaginar, ojos volcados en un jardín pequeño, la tenue caricia de la nieve en copos. Suponer entonces: frío, lejanía, hartazgo, introspección. Imaginar, dientes mordiendo una cereza, los sabores ambiguos que nacen en los pastos brillantes de los bosques canadienses. Conjeturar así, que todo accionar de la tierra es gratis con el generoso, que cada mano invisible va hilando los rastros de nosotros mismos. Imaginar, dedos de lavanda masajeando una nariz, una palabra de luz, un conjunto simbólico de saberes distantes, un conocimiento remoto, un deja vu. Inferir con ansia cada espacio vacío, cada esfera envuelta en cristales que reflejan temor, cansancio, mutismo. Imaginar, sonrisa abierta que descarga nubes, una mujer; camaleón encapsulado, dragón, centauro, toro de fuego adormilado. Deducir si el traje contra incendios es tan necesario. Imaginar, ojos obscuros redondos con agua tibia, la correspondencia postal con recetas y embrujos, fotogramas, hojas secas, guitarras y praderas, promesas, en-serios, comedias, misterios. Teorizar sobre lo bello. Y punto. No quejarse. No mentirse. Ni tolerar ni consecuentar ni medir ni tratar ni rehuir. Teorizar sobre lo bello encapsula lo anterior (y lo hace de buenas maneras). Imaginar, manos azules de tamaños parecidos entrelazadas al viento de lo espléndido, las llamadas largas donde se dice todo sin contarse nada. Actuar desde el verano, sensatamente actuar, darse la mano, prestarse datos, mirar hacia adelante, discutir muy poco del atrás, saberse niños descuidados, trepar árboles, columpiarse, diseñar las rutas, corregir los mapas, pelearse a muerte con la estadística, ponderar, seducir, ceder, quitar, volver, retar, transgredir, imitar, acordar, gritar a carcajadas que algo hemos ganado y luego, ya sin vendas, imaginar, sutiles cuerpos desnudos armonizando con cortinas, que el reino está de nuestro lado.
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Espejo
Yo soy eso que está aquí.
Y no sólo eso,
soy algo que no puedes ver
ni tocar,
y que está siempre.
Soy eso de lo que no sabes nada
y sin embargo conoces.
Maliyel Beverido
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La bici de cartero es Kronan.
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5 comentario(s):
Qué hermoso! Qué bello recuento, contiene las imágenes justas y necesarias, y encuentras unas formas tan bellas de concretarlas. Junto con Solsticios, es el que más me ha gustado. Me encanta como conjugas el pasado, el presente y el futuro, casi como un conjuro.
Muchas gracias vida, me encantó la bicicleta de cartero, tenemos que conseguirnos una! Bueno, no, una no, dos!
Me encantó esa versión de If I fell, y Una tarde de sol, ah, es ya todo un himno!
Te amo muchísimo, besos de sol y lunas de verano!
¡Ándale! / Me gusta eso de volvernos carteros. Gracias por tanto piropaje exquisito. / Puro recuerdo enjaulado que, hoy, a un año, se saborea con mucho cariño. / Es bueno el Nando ¿no? y sí, qué decir de don Manolo: necesitaba estar aquí eso del "qué lento ser ciprés viviendo erguido al cielo, y saber que todo en este mundo necesita su tiempo" / ¿Con qué cerrará esta serie? / ¡Te amo también, harto y tanto osa polar!
Invasión de besos salvajes.
;-)
Qué bonito se quieren ustedes chamacos, caray, si hasta uno se siente con cosquilleos en el estómago nomás de leerte Juan Carlos. Esa música bien padre, como siempre.
Yo les presumo que ya me compré mi bici y ya no miento madres contra del Marcelo y sus bicipaseos, ahora somos parte de eso y la pasamos super mi marido y yo.
Un saludo y se ha retrasado ese encuentro como de años luz.
¡Qué envidia Carmen, por la bici! / Nosotros también queremos un par pa' sandunguear por vericuetos xalapeños.
Ese enuentro algo trae. Un día de estos nos vemos para decir: ¡pero mira, cuántas canas hace que no te miro!
Por lo demás, gracias por los piropos al amor y a la entrada. De veras que es bonito tú.
PD. Por qué no me das el beneficio de la duda y te vienes a las fiestas xiqueñas que ya pronto empiezan...
Salú pues. Y paz.
Para la próxima que vaya a Xalapiux ire y te hablaré. No prometo nada para estas fiestas, me late que mi corazón tira pal norte.
Saludos
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