martes, 2 de diciembre de 2008

Amatista

> ¡NO al existencialismo!



Creo saberme bien aunque todo se transforme. Creo nunca volver por donde anduve y sin embargo miro y por voltear tropiezo. Creo seriamente también que ando por las nubes. Creo en el gozo sutil y morboso que me provocan las turbulencias. Creo en la palabra y en los síntomas de mutismo. Creo que me estoy volviendo lento para los cálculos y sospechosamente eficaz para el ábaco. Creo en el sol que no me dice nada, que se lo calla todo y que luego escupe a mis espaldas por sus colmillos de astro viejo. Creo que la luna me sigue a donde vaya como genuino distractor de otras batallas. Creo en la educación a distancia y en las mariposas que agitan sus alas en Tokio produciendo el diluvio en Nueva York. Creo en los espejismos, en la ciencia de lo absurdo, en los robots que aman y en la fragancia maldita que una vez decantó Grenoille. Creo en el siniestro oleaje que me provoca tsunamis estomacales. Creo en la virtud, en los detalles, en el mísero tiempo de espera, en los rincones prohibidos de las bibliotecas monacales. Creo en los celos y en la no-belleza absoluta de aquel que mata por amor y bajo amor consume sus días en el encierro postrero. Creo sentir unos cinceles en mi espalda que esculpen nombres en alto relieve de lunares. Creo vivir sesgado y subjetivo con el arte abstracto sólo por demostrarle al talentoso que de abstractos tienen más mis actos. Creo sobrevivir a los eclipses que ensucian de violencia los vientres encintados con cordeles rojos. Creo en tomar las siete píldoras que a menudo se enuncian como pecados. Creo en robarme los besos del aire, en sacudir el polvo que hace que mis manos estornuden microbios y en meter en saco roto todo lo que aprendo y desaprendo. Creo en el valor de lo amoral y en la intriga que me causan los enojos por negocios. Creo en gritar si tengo miedo. Creo en velar de cuerpo entero a los muertos de los muertos de mi entierro. Creo en morder a la gente vulnerable y en besar a las personas seguras y envidiables. Creo en las emociones que me creo; creo que me creo mis emociones. Creo en la desdicha y en el barullo del tráfico a las dos de cada tarde. Creo en el pasado incierto y en el futuro olvidado. Creo en las oficinas insensibles y en la máquina del café que no pone en opciones: “chocolate”. Creo, cual credo, en un solo dios hijo de su putísima madre con tantos rostros como hormigas, con tantos clientes como mercados; o es que creo, más bien, que Dios, soy yo. Creo, creo yo, en lo terrestre y cotidiano, en lo agreste y lo vetado, en los cielos decembrinos y en la lluvia de mayo. Creo temer lo innecesario y tener, también, lo que me sobra. Creo en mi persona como azar y como broma. Creo en mis cánceres y mis curas pero más, creo yo, en mis prevenciones. Creo en la delgadez extrema de sentido común en lo que digo. Creo que el principal objetivo es envejecer contigo.

...

Y luego, me han dicho, está la redención y vida eterna;
(la conversión en musgo y nido para semillas).
Supongo entonces que morir, al fin y al cabo, será sencillo;
y que de pronto, sobre la tierra y de amatista, entregaré un anillo.

Déjeme usted que insista: ¿el principal objetivo?
Será lanzarme al vacío.

///



ENO - by this river

El mar inquieto es de Jimena Salcido.

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10 comentario(s):

Carmen dijo...

¿Qué onda con los comentarios?
¿Te quitan mucho tiempo?

Es extraño no encontrarlos. Sí ya sé, que le mejor comentario es aquel que no se hace.
Salud

Juan Carlos Medrano dijo...

Esteeeee:

a) ¿Qué onda con los comentarios? Pues, no sé, esta gente ingrata que ya no se digna ni a decir qué le gusta y qué no (ji) / o, nada nada, están bien, ahora mismo contesto a las felices redenciones querida Carmen.

b) ¿Te quitan mucho tiempo?, no, viera usted que no.

c) No estoy de acuerdo en callar en vez de opinar y pelar los dientes. (Por eso me meto en pleitos... yo y mi gran bocota)

Salud y abrazos.
Thx 4 da visit!

Carmen dijo...

Has de saber que me entero de las actualizaciones de los blogs por medio del google reader, entonces me entero quien actualizó, ya sabes llamadas a misa, si quieres vas, si no pues ahi te lo aigas, así funciona. Y muchas veces vengo por medio del igoogle y es así como entro, pero no sé porque no me aparecen los recuadros de tus comentarios, salvo en el último post actualizado. Por eso lo escribí para preguntarte si lo habías quitado porque no los veía. Y yo pensé que a lo mejor era porque te quitaban mucho tiempo.

Aclarado el punto, luego vengo a leer con gusto y calmita, que es así como hay que leerte.

Me voy a hacer unos dibujos y mira que ese no es mi fuerte, sufro.

abrazo fraterno

Carmen dijo...

Ah sí, tuve que entrar directamente a tu blog para verlos.
Todo correcto soy yo la retorcida

Juan Carlos Medrano dijo...

Ju ji Já!!!
Pos no te digo.

Y yo dándome de topes contestando bellamente a cada caminante. Bueno, que por cierto, merecido se lo tienen: eso de tomarse el tiempo para escribir en locuras ajenas me parece, además de aliciente para el que escribe, complemento de las entradas y feliz digestivo.

Aclarado el punto.
Abrazo fraterno, también.
Salud.

///

Y entonces:
¿qué hay de este Amatista?, yo sé que me quedó como mini-libro de ventas millonarias en el Samborns, pero... digo... no hay qué señor, digo... ¿no?... digo.

;-)

ursula dijo...

A mí me parece, caro, que esto es algo así como la antítesis de la canción aquella de Lennon, no me acuerdo cómo se llama, je, ésa de I don't believe in shalala, I don't believe in shalala, etc. etc., pero con final parecido ;)

Qué bonito testimonio de fé, pues, y qué bellos cielos melódicos.
Y la amatista, qué color tan pocamadre, digo, quise decir, maaa-ravilloso.

Grazie, signore.

Abrazo y beso creyentes.

Juan Carlos Medrano dijo...

Ei, si cierto linda dama; no recordaba esa rolita de la que hablas pero la busquéen la red y tienes razón: es una especie de calca en negativo o... bueno, no sé, eso. ;-)

Qué bueno que te gustó el texto y el video, me parece que casi todo está filmado en Niagara. Tú sabrás mejor que yo de ese asunto bella viajera.

Sí ¿no?... ¡amatista! / qué te parece / Muchos besinhos capooéiricos y un abrazo de mar encabritado.

PAZ

Carmen dijo...

Creo que escribir en un blog es una aventura incierta, lúdica, descarada y hasta dolorosa. Creo que es asombroso encontrar un eco en el ciberespacio y alguién allá a lo lejos se moleste es dar su opinión sobre tu trabajo. Creo que la última parte después del los puntitos, está de más. Creo que hay rimas forzadas y no va. Creo que me encantó eso del Tsuami estomacal. Creo que me encantan esas píldoras de los siete pecados.
Habrá que hacer uno sobre los SÉ, y dejar de creer.

Juan Carlos Medrano dijo...

Jajaja!!!!
Perfecto.
Estimulante.
Siniestro.
Veraz.
Total.

Un fuerte abrazo Carmen.
Te agradezco, de verdad, la caridad.

Y sí, algo sobre los SÉ; me late.
¡Hasta pronto!

Juan Carlos Medrano dijo...

Creo en las ratas:

Claridad en vez de caridad.
claridad, quise decir:

CLARIDAD.

:-)