domingo, 30 de noviembre de 2008

El Paisaje Inmutado

>



Sugerencia: Cargue la canción, póngale play; entonces lea.



1) Esta es la parcela en la que esparciré mis restos, pues de pronto en ella me encuentro: y vivo y salto y grito y muero y revivo… ¿es esta, de verdad, la parcela en la que esparciré mis restos?

8) Y tú no te quedes leyendo y mejor ven a bailar de acuerdo a tu cultura y roza las fragancias que se sienten cerca y que brotan al lado de las setas y violetas. Arde en madera complaciente y nunca grites pues de hacerlo se me quedará esta viña ronca y tuerta, y a la tierra ya los gritos le sobran y a mi afrenta se le ha ocurrido hacerte una broma: quitarte toda la ropa y sacudir las esporas que han dejado las estaciones que antes eran duraderas y ahora son, si acaso, ruinas y cal con arena.

5) Así tropiezo, grácil y seguro, seguro de caer en sus brazos y piernas que alimentan, que destierran, que promueven la lucha (la batalla, si es preciso) y entonces sí, me armo de valor, me visto de verde , me enjuago las manos y luego me las ensucio.

2) Paso a paso descubro (porque también descubro, ¿sabes?) y elucubro sintiéndome chiquito y dando y tomando y regateando cada anochecer y despertar bajo este logro perfecto de la alineación astral, de los motivos siniestros, de los tormentos que hoy me vuelven loco y un poquito visceral.

6) Allá voy encarrerado, disfrutando la visión global de este mundo que promete maravillas y encima, las somete al cuidado de los hombres y las fieras y las plantas. Cantos de helechos, siembras de amaranto, olores que emiten los ciegos y azules campos que habitan debajo de las huellas que todos pisamos y sin querer, vamos borrando (todo lo que nos parece incierto).

3) Hoy se vive al ritmo de los fuegos y los aires del quemante silbido que emiten las montañas y de la fragua quebrantada que echa chispas y las reparte a mares-cielos. Hoy se entona la canción de las cigarras pacientes que todos los grillos corean dejando claro quién es el mero cantor de los bosques antiguos que alguna vez fueron tan míos.

7) Hoy se empapa el alma en lodo y niebla y se incrusta la humedad en cada hueso y los besos saben a tierra y el abrazo es un converso que otorga piropos agitados a las ramas de los árboles que han tomado por asalto los ingenios madereros.

4) Pasa muy poco y sin embargo pasa; pero también las nubes traen algodones rosados y el rosa es una destreza que avienta puñados de dulces y que más allá de lo advertido se revienta en cien pedazos que tímidamente viajan acomodados en las venas resueltas de la sangre salvaje que circula por todos los caballos que a su vez pueblan las avenidas y los prados.

9) Rompe de una buena vez el cemento. Ponte sedienta y observa (pies en el suelo) los caudales que has vuelto pequeños, los cielos a los que has puesto fronteras, los jardines secos, los destrozos que provocan mis mareas, el tumulto de plagas que te mando, las orillas de los mares cada segundo más libres, la jungla inquieta (hogar de los monos con dientes), el desarrollo y el polvo, el feliz fin del planeta, el alucine de este té con menta.

///

Wild Horses by Kevin Cross.

<

0 comentario(s):