lunes, 17 de noviembre de 2008

La Vida Sencilla

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Es por la vida sencilla que me ando y me levanto. Es la alegría, el fuego, el canto. No más de más; pero tampoco menos. Es el invento que a diario bostezo el que me apalanca en la espesura de una existencia jovial y rumbera, de un pasatiempo con el tiempo, de una pradera verde, de un ponche de jamaica, de un risueño guiño que casi siempre me otorgas tú; muchacha que tanto quiero.

Es por la vida sencilla que deambulo; sin atar los cabos de devenires o estimular temprano a los pequeñines. Es la maceta de barro, la tierra en caldo de cultivo, el sueño frugal, la luna y el sol sin equilibrio.

Es por la vida sencilla que declamo. Camino luego desnudo en bosques imaginados y me quedo allí sentado, esperando, cavilando nada, comiendo de cuando en vez dos o tres nueces que caen del cielo como por arte de magia.

(Y que siga la rueda girando; que no se me acaben los motivos de continuar imaginando que es posible que es posible que es posible que una vez que me despierte, el mundo (contigo o sin mí, más que conmigo) va a tener que sobrevivir batallando)

Es por la vida sencilla que existes y noto tu existencia, y me adentro en las consultas a psiquiatras, y me envuelvo en sábanas rotas cuando pela más el frío ahí fuera. Es por el ardiente deseo, no complejo o metafísico, ni seductor estropeado ni valiente sin permiso, que me atrevo a contarte mi pasado sin esperar mucho a cambio. Mucho más que nada, menos, al menos, de lo que tú ya me has dado.

Es por la vida sencilla que escribo cartitas de amor a los desenamorados para aventarlas al mar en botellas y luego recoger las conchas que trae la resaca, casi como estrellas. Viento y luz, ojo de vidrio que mira con los labios y palpa cada instante como nuevo... y rompe a llorar en las noches de vigilia, en los campos y potreros.

Es por la vida sencilla que me aparto esta tarde y me devuelvo mañana. Es por el sueño y el combate que me siguen dando ganas (¿dije ganas? / ¡muchas ganas!) de pelarme las rodillas pidiéndote en silencio que ya vuelvas, que nunca es tarde y que la huerta ya empezó a llenarse (cada espacio, en cada línea) de jugosos frutos, de brisa y caricias, de mitos y esperas; tanto o más como en aquellas (¿te acuerdas?) antiguas primaveras.

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Una explicación:



Caserío 3: Jesús Ortiz

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6 comentario(s):

ursula dijo...

Jajaja, buenísimo, cuore. La vida sencilla, ¡ya!

"Llamar al pan el pan y que aparezca
sobre el mantel el pan de cada día;
darle al sudor lo suyo y darle al sueño
y al breve paraíso y al infierno
y al cuerpo y al minuto lo que piden;
reír como el mar ríe, el viento ríe,
sin que la risa suene a vidrios rotos;
beber y en la embriaguez asir la vida,
bailar el baile sin perder el paso,
tocar la mano de un desconocido
en un día de piedra y agonía
y que esa mano tenga la firmeza
que no tuvo la mano del amigo"

Y también:

"...saber partir el pan y repartirlo,
el pan de una verdad común a todos,
verdad de pan que a todos nos sustenta,
por cuya levadura soy un hombre,
un semejante entre mis semejantes;
pelear por la vida de los vivos,
dar la vida a los vivos, a la vida,
y enterrar a los muertos y olvidarlos
como la tierra los olvida: en frutos…"

Abrazos de vida, besos sencillos.

PD: Ah, se me olvidaba, de Octavio Paz.

Eduardo Jácome Moreno dijo...

que tal, hombre de la vida sencilla!, cultivador, y declamador, romántico imparable.

QUUUUETTSTUUUUUU, oie, muchas gracias por tus comentarios en la galería,

yo aquí sigo de fiel lector, no siempre con comentarios, pero siempre al final de algún post me sale un interno SICIERTOO.- o un no SABES NADA DE LA VIDA, jaja,

ASI QUEDAMOS, un abrazo y saludosdesde el cáribe al trópico invernal :)

Celeste Laviani dijo...

Mi queridísimo Peatón:
Es un placer poderte seguir leyendo. A tí que tan fácil fluyen las palabras (debo, también decir, las rimas). Darse una vueltita por aquí representa una ventana que me hace ver la vida MÁS SENCILLA. Como muchas otras linduras que puedes encontrar por la MAMÁ GÜEB.
Ésta fotografía también es una belleza, chingao.
¡Un abrazo muy grande!... hoy desde la fría ciudad de los 30 Caballeros.
[Tangómana]

Carmen dijo...

Tiene mucho ritmo esto mi querido Peatón.

A. Güiris V. dijo...

Mi estimado Medrano, me desaparecí un momento pero nos traen con varias actividades en la escuela, todo bien por acá. Fíjate que no pude asistir al concierto de Steve Winwood porque era el mismo día que el de Omara, al cual sí fui. Hay una nota en mí blog, un tanto renovado. Esperare otro concierto para asistir y seguir escribiendo. Actividad que también he dejado un poco por falta de tiempo. Nos estamos esciribiendo, suerte y saludos a todos.

Juan Carlos Medrano dijo...

Buena tarde caminantes:

A todos, gracias.

Bendita Lucciola: La vida sencilla ¡ya!, bien lo dices, corazón. Pues ¡ya!, o al menos ya mero, te veo en una semana. / ¡Oye! y esa cosa maaaaaaravillosa que posteaste aquí de Paz, sí; te lo he dicho: cuando leo esas correspondencias termino sin consuelo: "debo dejar de escribir y dejarle el tiempo alos que saben"... pero lo olvido y caigo y recaigo y escribo. / Besos varios de monte, muchos abrazos de albahaca.

Dear Felix: Saberme en seguimiento contigo es más que suficiente querido hermano. Supongo que la más de las veces opinas lo segundo (jeje) / El trópico invernal te espera con la caja de nochebuenas y los dados en la barra de Abasolo. Un fuerte abrazo.

Doña Laviani tango.trance: Pues eso, cordobesa, que aquí también están arreciando los fríos y es precisamente en ellos que encuentro el detonante para estos versos sencillos. Sí cierto. Gracias, otra vez, por tanto piropo (me hincho, cual pavorreal).

Entusiasmada Carmen: Está escrito a cuatro cuartos y a la mitad se pone a dos octavos con sostenidos varios que emergen en La y llegan a Re casi en piano. MMM... algo así. Abrazo de cocina a cocina.

Mister August Fripp: Yo te leo y me carcome muy dentro la envidia, supe también que estuvo el Drexler de invitado, vaya mágico instante. Pues nada, que ojalá sigas disfrutando a tope la vida madrileña y la marcha que no para. Un fuerte abrazo xiqueño. Organízate la anfitrionada ¿no?

Linda tarde a tod@s.
¡Son vida para el peatón!