[ de la serie: sonetos tristes / enero - marzo 2002 ]
Nostalgia del amigo no nostálgico.
Mi vida está sufriendo cambios bruscos,
No hay detalles que queramos conocer,
No hay tormentas, hay batallas por hacer
entre estudiantes jugando a ser toscos.
Así que empiezo, ligero, muy hosco.
Pintando: ¡buenos días amanecer!
Me doy por vencido, empiezo a oscurecer.
Qué más da, buenas cartas no conozco.
¿y qué les digo?, ¿que los quiero a todos?
Bien ya saben lo transparente que soy
Si engaño, me vendo de todos modos
No hay por qué venderse si gratis me doy
No pido separarme de estos mundos
Si por eso me distingo en cómo soy.
Lucifer en romance.
Espérame aquí, no tardo, mi vida
Sólo quiero distraerme de tu paz
Ya no quiero usar aquel anti-antifaz
No más máscaras sin recelos, vida
Lo sé, lo supe siempre, que eras viuda
Sin embargo no cambié en lo perspicaz
Soy muy tierno, nunca pico por detrás.
Alacrán, tengo una muerte medida
Vivo feliz sin los grandes venenos
Guerra, antrax, lobos, infiernos, derroche
Los cientos de perros muy mal enfermos
No hay luz, ni canto, sólo un yo fantoche
Que quiere vernos besarse sin frenos
¿qué pasa, le tienes miedo a la noche?
nota: ...... muy mal ¿eh?, muuuuy muy mal Juan Carlos. Y habría que leer los otros, ¡madre mía!, esto de desenterrar el pasado...
miércoles, 15 de febrero de 2006
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1 comentario(s):
¿Y que si desenterramos el pasado? A muchos nos gusta vivir con él. El problema es no quedarse, saber que el presente existe y lo hace gracias a ese pasado que de repente nos agobia. Eres transparente, tan transparente como el agua de esas cascadas que nos encanta visitar. Y si, dinos a todos que nos quieres, dinos a todos que nos extrañas, y estoy segura que encontraras en cada uno una respuesta exactamente igual a tu inquietud.
Abrazos muchos y un placer pasear por aqui.
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