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Escribían juntos siempre que llovía. Se prestaban los bolígrafos y lápices. Intercambiaban sentidos de su prosa y amalgamaban a veces su poesía. Robaban de las flores el color para sus textos y del césped mojado toda la sensualidad cerebral que luego les brotaba como vapores pesados. Radiaban; cerca de la noche se les veía a lo lejos comer chocolates blancos mientras andaban los parques.
También, en ocasiones, bostezaban; se miraban rudos, la una al otro, pescando en celos sus sueños de escritores rotos. Volvían a casa y dormían. Casi no hablaban; apenas comieron juntos unas veces en treinta y siete otoños que vivieron como esposos.
Luego una noche de mayo llovió. Era tan fuerte el presagio que el agua se minó entre las hendijas de la sala y poco a poco inundó toda la casa. Los libros de Borges y Salgari, uno a uno, fueron desencajándose de su espacio, de sus muebles, de su vida. Y los peces japoneses. Y las tazas que coleccionaban de sus viajes. Y los juegos de mesa. Y las fotos de los nietos. Y la pintura aquella que les heredó Bernardo Torrens en subasta. Y los lirios. Y las hojas sueltas. Y el armario con vinilos de ECM y Motown Records.
Y así todas las cosas, algunas con pesados escombros ritualistas, otras tantas sin lujos de forma u origen definido, fueron quedando sumergidas en el vientre materno de la lluvia homicida.
Aquella vez no escribieron, sólo se abrazaron en la cama vieja y se desearon las buenas noches / Afuera había sol, y el resto de la gente tomaba la siesta.
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miércoles, 18 de febrero de 2009
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4 comentario(s):
juan carlosds haz vuelto de tus andanzas silenciosas, cual peregrinación en tus adentros, me agradan ¿tus posts?, cuentos, prosas, como se le quiera llamar, a mi parecer llenos de enigmas y embarrados de una abstracción suprema .. jej, sicierto!,
ahh qué bonita foto, me parece que la estoy viviendo en este frío seco y de sol cochino que raja la piel... y la música, ahh muy adecuado
sicierto lalic ! un gusto pasear por estos lares ciberneticos encontrando a buenos amigos y enterarse de vez en cuando de lo que pasa por sus mentes, sus vidas y creaciones... jeje sicierto ota vez !
barrilete, me habia ausentado algunos dias del peaton por un sindrome de laboritis aguda pero aqui estamos de regreso acompaniando de cerca al peaton y sus andanzas. Seguiíle dando máquina !! Un abrazo fuerte y muchos saludos a los tuyos.
Que bello que resulta este relato...
¡Pero la foto!... ¡Ahhh!, pienso tantas cosas al mirarle (su paisaje sin Macro y sus colores... ¡EL AGUA!... Bendita lluvia... El Sol...)
Dios... Que bello momento ha capturado usted...
Harto abrazo fraternal...
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