jueves, 23 de junio de 2011

Mi pequeño abecedario

< Tibia cursilería en miniformato



De la siguiente mañana,
(y cada una de las noches anteriores):
n i n g u n a l u z

De lo que me conformó como un todo,
y de - ahora - lo que todo me conforma
(aquello, con lo que yo me conformo),
soy renuente a quedarme con algo.

Algo que no tenga alusión
a tus fechas de nacimiento,
tus horarios y estaciones,
tu desnudez y tu modus vivendi
(que de cuando en vez me parece extraordinario).

De la resurrección, si me dan a elegir,
no quiero quedarme con nada.
Ni cuerpo,
ni lengua,
ni ganas.
Nada que tenga, deba o preste,
ningún sobreviviente a mi pequeño abecedario.
Nada que escape
de tu inventario de pendientes
y tu lista de las compras;
ni con mi garganta quedarme.
Nada:
tu arte y mi provecta edad
(de niño emancipado).

Me alejo:

De las maneras, los principios, los abatimientos y pesares, las zancadas en lentos vagares, los santos sedientos de flores en las iglesias, las tabernas, los museos, las candelillas y los mástiles de barcos que jamás zarparon. Los insondables fastidios, las tardes finitas (inquebrantables), las diabólicas madrugadas, las odas, la métrica y la ruina, las cantilenas desbordadas de mezcal, los datos y referencias en las calles exploradas, la gente de los suburbios, los náufragos en torrentes y en océanos. Me alejo de las fiestas patronales, del artificio en fuego que sujeta el mirar del cielo, los paisajes, los juegos de mesa, los excesos, los tesoros sumergidos, la gula y los dinerales...

No me vale nada si todo escapa a tu calendario.



>

2 comentario(s):

Celeste Laviani dijo...

Volviste, brutal.
O más bien brutal fui yo que volví a tus letras.
Qué chingón es volverte a leer por mi espacio.
Ya ves que uno de repente cambia caminos, encuentra nuevos y reinventa perdidos.
Acá te dejo un chingo de abrazos, Medrano.
Venga, que si gustas ahí están mis fotos que tal vez necesiten tus palabras.
Celeste

Juan Carlos Medrano dijo...

¡Qué chida la Celeste!
Esto de los caminos reinventados me está costando un trabaaaaaaaajo. A veces ya no sé ni siquiera si es camino o vereda o qué chingaos pero ahí seguimos caminando, qué otra queda.
Por otra: claro, claro que me voy a "robar" un par de fotos tuyas para armarme algo más paisajista. Quiero escribir del mar y sus ciclos vitales, y creo que eres la fotógrafa indicada.
Gracias por tantos abrazos; van de vuelta otros míos. Salud.
¡Y gracias por leer!