lunes, 14 de abril de 2008

¡ VITOR !

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Queridos amigos escritores:

Dubitativo, el que piensa y no anda.
¿Yo?, las antípodas.
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A esto hemos llegado. A verdades publicadas en bitácoras cibernéticas, a lecturas desechables de hombres y mujeres y animales y marcianos que, solos, infinitamente solos, se resquebrajan en lo auténtico de su deseo: el síndrome de las antípodas.

Enfermedad del alejamiento, de la independencia, de (cómo se llama el artefacto en forma de plátano, ése que uno avienta y regresa al sitio desde el que fue arrojado: haragán, paramut, ¿páragan?, boomerang) los boomerangs. Pues eso.

Quizá antes, en otros cíclicos ayeres, escribíamos por privación de lo real. Hoy todo me huele a vanidad, a falso sarcasmo, a encuentros cercanos con novias lejanas, a virtud de los que leen, a emparedado de hormonas, a seguridad pública y privada, a que estamos muy gastados por el tinto y el prozac.

No niego ubicarme en todo lo anterior; soy solemne partidario de mi soledad: me entrego desnudo a ella, engordo o enflaco a mi manera, vivo por partes y entristezco como ustedes. Cual hormiguita violenta cargo con las hojas rotas y huyo del criticastro por temor al alcoholismo.

(No todo pinta tan mal entonces). Ni los textos que elucubro y nunca escribo son sagrados, ni la Biblia es mi Corán. Hubo ayeres cargados de sorpresas, y mañanas que no llegaron hartas de nostalgia. Hubo más, hubo, por ejemplo, cuentos ganadores en dignos certámenes de limpieza ortográfica. La lista sigue...

La vida también. Aún de acabarse seguiría: ya los imagino mayorcitos moliendo a golpes a su solitaria desnudez. Postergando a efectos 'resurreccionales' los gustos que nunca se dieron, y allá, en su vejez, implorando a gritos que la vida eterna no exista (¡por favor, te lo pido, ten piedad!), que el parámetro se cambie...

Así los veo: ignorantes, comodinos, aburridamente vulnerables.

Y sin embargo, ni dudarlo, les quiero a mares. Y por dudarlo, sin embargo, vuelvo a ustedes (será señal de que son artistas). Sollozo a su lado, me entero de alucines paranoicos, sudo, blasfemo, me quedo dormido. Soy, por ponerme una etiqueta, su eterno consuelo. Su ansiada soledad. Su lector más conmovido.

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2 comentario(s):

Anónimo dijo...

Jajaja!!! Pues... muy bien... tus líneas son muy bellas como siempre...llenas de verdad... yo me quedo con la visión de ignorantes, comodinos y aburridamente vulnerables...

Respecto a mi inciso 4...¡Pero por su puesto!, tienes como siempre la razón, yo sabía que algo no rimaba muy bien, pero por efectos de los incisos 1 y 2, no tenía ni la más mínima gana de escuchar lloriqueos malcriados... me retiro a corregir el JODERRR, sobrescribiré el CARAJOOO...

Hoy te dejo dos abrazos… el extra es porque te creí eso de haber leído SAQUE DE BANDA…

Pd... Hoy el gozo reboza en mí, si alguien quiere un comentario en su blog, estoy en la entera disposición de escribir [aunque no son éstos los más acertados]...

Goga dijo...

¡Hey Buci!

¡Qué gusto saber que aún me quedan lectores (uno por lo menos)!
En breve volveré al blog con sueños mafufos, dichos familiares, cursilerías, anécdotas y otras cosas que sólo a mí me importan, ¡éjele!.

¡Saludos desde la frontera Xalapa-Briones!

P.D.: Ya pon música en estas calles