< A la gustosa cofradía
1. Vinagre
“Por decir lo que pienso
sin pensar lo que digo,
más de un beso me dieron
(y más de un bofetón).”
Joaquín Sabina, 1996.
No me gustan los textos por encargo: ni superan expectativas ni entretienen a la comitiva; funcionan para el “encargador” pero entierran las ideas del escritor en nubes abstractas de pensamientos divergentes. Pese a todo, raras veces la invitación incluye a Joaquín Sabina. La fórmula, luego, puede andar bien en mí. Porque me gusta Sabina, naturalmente, mucho, porque encuentro un punto de partida en la comunión que se genera al cantar sus canciones. Estamos, dicho de otro modo, menos solos cuando sudamos cada estrofa del “boulevard de los sueños rotos” o transitamos malamente por su “calle melancolía”.
Su música y letras, en fin, son esa suerte malsana de alter egos que difícilmente adiestramos con tal de entrar de lleno al mundo. Pero ¿para qué entrar si se está tan bien afuera? Los modos, las razones, etiquetas y mutismos, pueden (cuando del Conde Crápula se trate) sobrar y marcharse. Más falta hacen los errores de ortografía que las palabras bonitas. Cigüeña, luna, acuarela, alba o colibrí, carecen de sentido si no se piensan con dosis bien intencionadas de amargura y fracaso. Sabina es, entonces, al descifrarlo, el veneno en las palabras, la herida mal cocida de la métrica y la rima, el malabar, lo ajeno a convenciones, el dime y direte de los hombres diarios, los comunes y descalzos. Joaquín es, doctor, cada dolor de muelas; alivio incluido.
Hace dos semanas, promocionando su último disco, llegó el del negro bombín a Mexiquito, llamando “ingenuo” a Calderón y levantando, como improntas de la inmadurez política, olas mediáticas de atención, tsunamis xenófobos que clamaban se callara esa boca extranjera (que es tan suya) y sólo cantara con la garganta más clara. Habrá los entendidos sobre crimen organizado y posturas prudentes, y habrá quien hoy, al punto, piense que las opiniones hay que trabajarlas en la psique de quien vienen y mirando siempre a dónde van. Yo miro al toro desde el segundo tendido, qué digo entonces: me da lo mismo. Siento una total indiferencia en el menú que luego degustaron él y Felipe en Los Pinos, me importa poco a qué les supo el cuarto tequila de los desenfados ideológicos luego de cantar al alimón rancheras con mariachis domesticados. El flaco llenó el Auditorio seis veces; le valió la calidad, pero también el morbo. Y eso importa más que centrarse en los esquemas de la diplomacia, el qué dirán o la indulgencia. Conexiones así, disparatadas en públicos felices que se entregan al canto, merecen ser atendidas con minucioso afán de analizar el encanto. (Y así, querido lector, me ha salido un verso, sin esforzarme tanto). Olé. Vuelta de hoja.
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2. Y rosas
Llovió con enfado; llovió tremendamente en la ciudad el tercer sábado de un abril empapado. No le importaron a Tláloc mis zapatos de gamuza ni le hicieron daño al Distrito Federal tantos charcos. Lluvia innoble, diremos, mal nacidas gotas que inventan limpiar la maraña en tardes de concierto. Así, mojado, compré la ropa oficial (muy alta en costo y tan baja en bordado), cambié por los de un mago mis calcetines y puesto al derroche me tomé de un solo trago seis tequilas derechos que me secaron todito el cuerpo por los adentros. Corriendo me metí al evento, contento, saciado de las risas previas y los tumultos. Luego, la fragua de la catarsis, los primeros gritos, el futuro insomne de lo incierto en repertorios: un “Blues del alambique” abrió, en el sonido local, el telón de los curanderos. Siguiéronle acordeones sobre el fondo de una ciudad ignota que atardecía por pausas. Joaquín entró por la derecha entallado en camuflaje y sin bombín, bastón o bandera. Cocinó un “tiramisú de limón” bastante bien puesto de dulce, echándose al bolsillo, como quien augura noche larga, a más de diez mil peregrinos que, con voces rotas y por un instante, nos volvimos uno.
De este modo, cada quién en sus miras y atenciones, cada quién con sus fracasos a cuestas y la moral doblegada, cedimos paso a paso ante la voz con arena del bandido aquel que da “clases en una academia de cantos de cisnes”. Basta, y nunca sobra, con ver el muestrario rotundo y fuerte que entregó, para imaginar apenas la apoteosis absoluta al momento de frasear tan sólo: “lo nuestro duró”. Quiero decir, con “lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks”, sus recitales, invariablemente, se me hacen cortos. Puede que sean como éste, de casi tres horas: ¡qué me importa a mí que digan qué!, yo le vería entregado y con las palmas rojas 500 noches seguidas y seguramente más de 19 días.
Y es que a mí, como a cualquier parroquiano, le gustan los buenos ratos, y el arte como instrumento. Nada, dicho sea de paso, merece quedarse a medias. Llámale “guerra contra el narco” o “Paulette, en comedia”. Ninguna situación a medias, ninguna muestra de afecto, ninguna reconciliación, nunca el escenario a obscuras… ninguna pasión. Si eso logra Sabina en unos cuantos o Dios en templos, si embeberse hasta perder la compostura, contra todo pronóstico, nos hace mejores personas: que viva siempre la vida, que “muera la muerte”.
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Set List de Gira Vinagre y Rosas, en comentario(s)
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jueves, 29 de abril de 2010
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8 comentario(s):
Set List
Gira “Vinagre y Rosas”
1.Blues del alambique (CD)
2.Tiramisú de limón
3.Viudita de Clicquot
4.Ganas de
5.Medias negras
6.Aves de paso
7.Peor para el sol
8.Bulevar de los sueños rotos
9.Llueve sobre mojado
10.Esta boca es mía
11.Como un dolor de muelas
12.Y sin embargo te quiero
13.Y sin embargo
14.Cristales de Bohemia
15.Una canción para la Magdalena
16.Peces de ciudad
17.Nos sobran los motivos
18.Embustera
19.Calle Melancolía
20.19 días y 500 noches
21.Princesa
22.Amor se llama el juego
23.Vinagre y rosas
24.Noche de bodas
24'.Y nos dieron las diez
25.Contigo
26.La del pirata cojo
27.Pastillas para no soñar
28.Crisis (CD)
Como para hacerse un disquito.
¡Chapó!
¡¡...!!
No se ni que comentar maestrin...
Que enorme eres... gracias por esas líneas...
Asté dispense las palabras, muy pocas, cortas y sin chiste... los ánimos no andan arriba...
Con una reseña de este tipo lo que uno agregue es ínfimo.
Sólo me resta decir:
¿y cuándo nos vemos para acompañar otros tequilas que exorcicen lo que esas anclas que uno trae dentro?
Tremendo escrito buzz, tremendo concierto el de Sabo.
Fue como una tocada entre cuates, insisto, el set list insuperable, estaban todas las que debian estar.
Yo tambien le veria en 500 "noches perdidas".
Salud, saludos.
Aló caminantes:
Adri: arriba los corazones; mejor ponte a escribir tu tesis.
Carmen: tequilas ya, siempre, veámonos pronto. ¿Cuándo vienes a Xalapa?
Pat: Así fue; Peces de ciudad fue mi particular y grata grandísima sorpresa, y como acotación, la única en la que saqué dos lagrimitas.
Gracias por leer.
"Y sin embargo", yo saque mas de dos en mucho mas que dos, incluyendo por supuesto a los peces.
Hubo momentos inmensos, "Me lo dijeron mil veces, pero nunca quise poner atencioooonnnnn" por citar alguno de ellos.
Nos vemos pa'l de los lentecillos en el Pirata.
"ya estabas muy dentro de mi corazon"...Oleeeeiiii!!!
Sí es verdad, tú.
Algo único, también, fue el saxo acompañante en Calle Melancolía. Y, complementando esta no-crónica, ¿has notado cómo ha causado tanta bronca en sus militantes la salida al quite de El Canto del Loco en Princesa? No lo bajan de "prostituto de la canción" y ruco mentiroso.
¡IIIuuuu!
Ya estamos más que puestos pa'l Sir and Band.
Nos vemos en tu bar, cervezas bien muertas.
Esta no-crónica vuela: con una publicación en un semanario de circulación estatal y, bajo la manga, otra más en una revista de Puebla y Veracruz, ahora viaja dichosa a los mares intranquilos de la página www.joaquinsabina.net gracias a los movimientos de un hermano mío.
Aquí, la historia compendiada:
Patricio envió al webmaster:
Hola Pablo:
Aprovecho, además de enviarte un afectuoso abrazo desde Mexico(Veracruz en particular), invitarte a que leas un texto-crónica, escrito por mi hermano en su blog, que me parece extraordinario por el fondo y la forma que tiene, (link).
Ojalá pudieras publicarlo en tu página. Saludos. Un abrazo. Viva la pasión, viva la vida.
Pablo Garcés le respondió:
¡Hola Patricio!
Mil gracias por tu correo y por tus palabras. Me ha encantado lo que he leído, como se nota que siente a Sabina "a muerte", qué crack. Será un placer que lo publiquen en el foro www.joaquinsabina.net o bien directamente en el artículo de la crónica de México.
Un abrazo fuerte, caballero.
GRACIAS.
:-)
Así que se nos va: volará a otros destinos más atropellados y allí la veremos alguna tarde "nostalgiosa".
¡Gracias Pato!, ¡Gracias Pablo!
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